+Vino;
una vinícola
de amigos
Hacer vino puede considerarse una actividad solitaria que un genio manufactura desde su espacio hermético y magia propia en esta bebida que ha acompañado a la humanidad hace tantos siglos.
En +Vino creamos mano a mano, de manera colectiva, compartiendo lo mejor de lo que somos, buscando una identidad única a cada etiqueta desde esa visión de amistad.
- Bodegas -
Vino mexicano con espíritu mediterráneo
"El gusto por el vino nos viene de familia. De mis abuelos primero y luego de mi padre."
En mi casa nunca faltó el vino como complemento de una buena comida o de una celebración especial. Ese mismo gusto pasó a formar parte del bagaje de mi propia familia y actualmente de las familias de mis hijos.
Fue Santiago mi hijo y socio, quien inició en el 2012 el negocio del vino como distribuidor de vinos europeos y quien detectó el apetito de los consumidores mexicanos por vinos de nuestra tierra.
Buscando oportunidades en ese mercado fue que venimos al Valle de Guadalupe, y nos llevó a buscar al Ing. Camillo Magoni, a quien conocí durante mi paso por la Comisión Nacional del Agua, a fin de pedirle consejo. De esa manera empezamos una fructífera relación que nos permitió en el año 2014 lanzar al mercado la colección de vinos “Trasiego”, buscando siempre ofrecer vinos con una excelente relación calidad / precio.
Ahora ya avecindados en estas latitudes podemos decir que nos gustan los vinos en los que la uva es la protagonista y que pueden tomarse en cualquier lugar y momento.
Nos gusta el estilo mediterráneo, que es el estilo que mejor va con esta tierra Baja Californiana y nos encanta ofrecer ensambles diferentes para el disfrute de los amantes del buen vino.
Santiago y Sergio Soto
Vino con Arte
La historia nueva del vino en nuestro país en general comienza con algunos elementos comunes entre nuestra gran comunidad vinícola… pasión por el vino, historias de familia y mucho trabajo… y, abundando un poco más, se distingue la historia del Valle de Guadalupe como región de pequeños productores que, desde finales de los años 90s iniciaron un movimiento de democratización de “hacer vino” o ser “winemaker”.
La experimentación en los ensambles, el sentimiento de comunidad, la formación de una escuela vinícola y con ella las diversas corrientes de pensamiento en donde todos cabemos, es lo que genera tanta pasión de los mexicanos hacia el vino nuestro.
Vinart nace en 1998 de un proyecto personal en el cual Jesus “Chuy” Ibarra comienza a plasmar en su vino los aprendizajes logrados con su amigo Hugo D’Acosta en la primera generación de lo que durante muchos años se conoció como “La Escuelita”, la Escuela de Artes y Oficios de “El Provenir”.
Con etiquetas en las cuales mostraba pinturas inéditas, Chuy Ibarra logra crecer Vinart durante 20 años; logrando algunos de los ensambles más originales del Valle de Guadalupe y varios vinos icónicos que a más de uno han interesado en el vino mexicano y a algunos como yo, enamoraron.
Derivado de una amistad y un profundo respeto por Chuy Ibarra, mi padre y yo tomamos Vinart en 2018 buscando conservar la tradición y espíritu de la marca. El arte original en etiqueta, el vino como expresión artística y hechura en vinos que denoten carácter y originalidad.
"Se lo debemos a ustedes, nos lo debemos a nosotros."
Agradecidos con el legado, buscamos que Vinart sea un proyecto de generaciones y construimos nuestras etiquetas basadas en significados numéricos – Vinart Cero, Vinart Uno, Vinart Dos, etc., al tiempo que cada una refleja una temática (despedida, inicio, vida, padre-hijo, amistad) mostrando una obra de arte propia y original para cada una.
El cariño y análisis en cada detalle de la hechura de nuestras etiquetas es un homenaje multifacético… al vino mexicano, a los Valles de Baja California, al Valle de Guadalupe, a la comunidad vinícola en México, al arte, a Vinart mismo y a nuestros seres queridos.
Sergio Alvarez
Paso a paso, creando vino en familia
Tres de Vino inicia en 2015 con Arturo Alarcón, Leopoldo Cosío y Tonatihu Bravo; 3 generaciones distintas, unidas por el mismo impulso y pasión por el vino. El nombre de los vinos “Tres Pies blanco” y “Tres Pies tinto” nace de la idea de las tres personas que iniciaron el proyecto; las tres familias y el haber iniciado descalzos e ir paso a pasito. Los pies en la etiqueta son los pies de cada uno de los hijos de cada uno de los socios.
Inician haciendo dos barricas de forma experimental e informal y, gracias a los buenos resultados, y la excelente aceptación del vino hecho, deciden continuar por este camino y experimentar con diferentes variedades de uva y distintos estilos. Tres de Vino tiene seis etiquetas de línea – un blanco de Chenin Blanc 100%, un rosado / Clarete de Nebbiolo y Grenache, un tinto crianza llamado Viejo Joven con un poco de paso por barrica, un tinto reserva mezcla de Nebbiolo y Tempranillo y dos tintos Gran Reserva, uno 100% Nebbiolo y el otro 100% Tempranillo. Adicionalmente, Tres de Vino se precia de realizar vinos de Ediciones Especiales de diferentes variedades de uva y estilos, para amantes del vino que nos comisionan sus deseos.
“Nos gusta lo que hacemos y le ponemos mucho tiempo, esfuerzo y corazón.”
Nuestra etiqueta “Viejo Joven” nace de la idea de quitarle la formalidad al vino y que éste invite a que lo tomen y buscar una imagen más relajada, que el vino sea para toda ocasión. Como su nombre lo indica, es un vino más joven y ligero, pero con un poco de paso por barrica como los vinos más viejos, de ahí el nombre “Viejo Joven” cuyo nombre nace del concepto “chavo ruco” o el “ruco chavo”, ¡algunos de los socios son chavos rucos y otros rucos chavos!
Arturo, Polo y Tona